¡Por fin se terminó el 2020!, todo quedó atrás. Llegó un año nuevo y podemos volver a comenzar. Es tiempo de reescribir tu vida y volver a empezar. Iniciar nuevos proyectos y terminar los que quedaron en proceso. Sin lugar a dudas, es el mejor momento para dejar el pasado y no dar un paso hacia atrás "ni para tomar vuelo".
¿Verdad que sí?... ¿Si?...
Pues... ¡No es cierto! Lamento ser yo quien te diga la verdad, y no continuar el discurso de tus #influencers favoritos, aquellos que ocupan los primeros lugares en tu timeline de #instagram, pero la cruda realidad es que de un día para otro nada cambia, no ha cambiado, ni cambiará.
Para cuando leas este post en México estaremos rozando las 130 mil muertes y poco más del millón y medio de contagios por #COVID19, la #4T seguirá tomando malas decisiones y la oposición (quien quiera que sea) seguirá sin desarrollar un verdadero liderazgo que pueda hacerle frente. El desempleo corriente (más el ocasionado por la #pandemia) seguirá en crecimiento, los aumentos en los precios ligados al incremento del precio de la gasolina serán inminentes, más empresas seguirán cerrando y muchas otras estarán pendiendo de un hilo.
Y, además, si quieres, puedes agregar al escenario tus problemas personales, enfermedades, y demás defectos de carácter que puedas imaginar que hicieron del 2020 un año que todos quisiéramos borrar.
Sí, efectivamente nada ha cambiado en los últimos 7 días, pero hay algo que si puede cambiar tan rápido como tú lo quieras, de hecho, ni siquiera tienes que esperar a la noche de #añonuevo para ponerlo en tu lista de propósitos, y se llama actitud renovada y puedes comenzar de poco en poco. Algunos de estos cambios quizás ya los iniciaste de manera automática y han comenzado a dar frutos.
En los casi 10 meses que han pasado desde que se decretó la pandemia en México, tuviste la oportunidad de cambiar algunas cosas en tu actitud, y déjame decirte que si no lo has hecho es porque en verdad ni siquiera lo intentaste no te has detenido a pensar quñe tan necessario es un cambio en tu día-a-día, por ejemplo:
Pudiste mejorar tus hábitos de conducta. Iniciar una nueva rutina de lectura, de alimentación, de estudio, de crecimiento espiritual, modificar tus horarios, o iniciar un campaña de limpieza y depuración de armarios, etc. En fin, todo eso que dijiste que harías si tuvieras tiempo para estar en tu casa o si te dieran home office y no has hecho... por falta de tiempo.
Pudiste aumentar tu desempeño laboral. Esto no significa responder correos electrónicos a las 11 de la noche o haber terminado con el cojín de las sillas de tu comedor por estar horas y horas sentado "trabajando" en #homeoffice, no, más bien significa ser más eficiente, más práctico, más concentrado e inteligente (no mañoso, inteligente) para combinar tus labores de casa con el trabajo sin abusar del beneficio del trabajo en casa.
Pudiste fortalecer tus amistades. Es cierto que tienes tantos amigos como demuestras que te interesan. Si eres de los que solía pasar cada fin de semana en bares, restaurantes o cafés con los amigos pero desde marzo pasado no los has visto, u organizado unas cervezas virtuales por #zoom o una simple video llamada por #whatsapp temo decirte que en realidad no tienes tantos amigos.
Pudiste comenzar a mostrar tu espíritu altruista. Si has tenido la fortuna de mantener un sueldo, horario y trabajo remoto, pudiste ayudar a los que menos tienen, dando empleo temporal (limpieza, jardinería, reparaciones), donar despensa, distribuyendo conocimiento (real y verificado) acerca del #SARSCOV2, ayudando a tus padres y personas de la tercera edad, donar alimento para mascotas el cual no es una prioridad ahora para muchas familias sin ingresos.
Y también, quizás lo más importante, pudiste restaurar tus relaciones más significativas ya sea con tu familia, tu matrimonio, tus hijos, tus padres. En casi 10 meses pudiste restablecer todas aquellas relaciones que se habían dañado con el paso del tiempo, el estrés del trabajo y el ritmo de tu propia vida. Comenzar un nueva vida tal como la habías soñado, valorando lo vital y escencial.
Si, es un hecho, durante el tiempo que tenemos en "cuarentena", el cambió, cambió. El que decidió trabajar para aprovechar la gran oportunidad que la vida nos dio, a través de la pandemia, para volver a comenzar tomó la mejor decisión.
Todos necesitamos y tenemos algo por lo que cambiar y ser mejores, y no ncesitamos que un 31 de diciembre nos motive a cambiar, no necesitamos que una enfermedad global nos obligue a aislarnos para comenzar a pensar, por ociosidad, que debemos madurar. Hoy las vacunas están a la vuelta de la esquina y se siente cercano el fin de esta crisis, pero en verdad te invito a pensar y valorar todas esas cosas por las que vale la pena cambiar.
No hay pandemia que valga la pena para hacer un cambio radical en tu vida.
Feliz inicio de año 2021 de parte del equipo de Advisory Plus y que cada día sea una nueva oportunidad.
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