top of page

Riesgo de Crédito en Neobancos Fintech.

Nubank, es uno de los neobancos Fintech más grandes de Latinoamérica, que ha incursionado en México. Este tipo de instituciones financieras digitales han ganado millones de clientes en poco tiempo gracias a servicios bancarios accesibles desde el móvil. Sin embargo, ese crecimiento acelerado viene acompañado de un riesgo de crédito importante; es decir, la posibilidad de que sus usuarios de crédito no paguen sus deudas. A continuación, analizamos las causas más comunes de la exposición al riesgo de crédito en la industria Fintech, enfocándonos en ejemplos de México (como Nu –Nubank México–, Stori, o Klar) y de Estados Unidos (como Chime, Varo, Current). El objetivo es explicar estos factores de forma accesible para principiantes, pero con el rigor técnico y datos actualizados que también aprecian los expertos.


¿Qué es el riesgo de crédito en Fintech y por qué importa?


El riesgo de crédito se refiere a la posibilidad de incurrir en pérdidas que enfrenta una entidad financiera cuando los prestatarios (personas o empresas que reciben crédito) no cumplen con el pago de sus préstamos, créditos o tarjetas. En los neobancos y plataformas Fintech que ofrecen productos crediticios (por ejemplo, tarjetas de crédito, préstamos personales, “Buy Now, Pay Later” o líneas de crédito revolventes), este riesgo es central. Si muchos clientes dejan de pagar, la cartera vencida (préstamos no pagados por más de 90 días) aumenta y la institución puede sufrir pérdidas que erosionen su capital.


Para medir este riesgo, los reguladores usan indicadores como el Índice de Morosidad (IMOR), que es el porcentaje de cartera vencida respecto a la cartera total de crédito. Un IMOR alto indica que una fracción elevada de los créditos está en mora (atraso prolongado). Por ejemplo, en México el IMOR promedio de la banca múltiple tradicional (bancos comerciales) rondaba el 2.2% a finales de 2023, mientras que en el segmento de instituciones financieras populares y Fintech es mucho mayor. Veremos cifras detalladas más adelante, pero baste adelantar que neobancos Fintech suelen tener índices de morosidad más altos que los bancos tradicionales, lo cual enciende señales de alerta sobre su exposición al riesgo de crédito.


Perfil de clientes no bancarizados y crecimiento acelerado.


Una característica común de los neobancos Fintech es que atienden a segmentos no tomados en cuenta por la banca tradicional (o no bancarizados). Según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), las SOFIPOs (sociedades financieras populares, figura regulatoria que varios neobancos han adoptado) alcanzan a más de 4 millones de usuarios en México, muchos de los cuales no tenían acceso previo a servicios bancarios formales. Esto implica que un gran porcentaje de sus clientes son primerizos en el uso del crédito o personas con historiales limitados. Emprendimientos como Stori y Klar en México, o Chime en EE.UU., se enfocan en jóvenes, trabajadores informales o usuarios sin historial crediticio robusto. Si bien esto promueve la inclusión financiera, también significa que la base de clientes puede ser más riesgosa: ingresos inestables, poca educación financiera o sin antecedentes de pago que permitan evaluar su solvencia.


Además, el crecimiento acelerado de estas startups puede tensionar sus controles de riesgo. Por ejemplo, Stori –fintech emisora de tarjetas de crédito en México– multiplicó por 10 su número de solicitantes en un año, superando los 2 millones de solicitudes acumuladas (eleconomista.com.mx). Con este crecimiento, su cartera de crédito también se expandió rápidamente; entre el segundo y tercer trimestre de 2021 su índice de morosidad saltó de 4% a 9% (eleconomista.com.mx). Este aumento abrupto sugiere que al adquirir clientes masivamente, es posible que algunos con perfil de alto riesgo entren en la cartera antes de que la fintech afine sus modelos de originación. En otras palabras, un crecimiento muy rápido sin un control de riesgos adecuado puede elevar la morosidad. La propia CNBV ha detectado que los problemas de capitalización en instituciones financieras populares a menudo provienen de cartera vencida elevada o crecimientos excesivamente rápidos sin una gestión de riesgo robusta. Neobancos como Nu México (Nubank) han crecido agresivamente desde su llegada en 2019, acumulando cientos de miles de tarjetahabientes en poco tiempo. Es natural entonces que su IMOR refleje ese perfil de cliente menos tradicional.


Políticas de originación de crédito innovadoras (y sus riesgos).


Las Fintech suelen innovar en la originación de crédito: emplean algoritmos, datos alternativos (como pagos de servicios, comportamiento en redes sociales o historial de pagos de renta) y procesos 100% digitales para evaluar a los solicitantes. A diferencia de la banca tradicional, que se apoya principalmente en burós de crédito y comprobación de ingresos formales, muchos neobancos flexibilizan requisitos para atraer a quienes usualmente serían rechazados. Por ejemplo, Klar y Stori ofrecen tarjetas de crédito con respuesta casi inmediata y sin solicitar historial crediticio amplio; a menudo empiezan con límites bajos para mitigar el riesgo inicial. Asimismo, Chime en EE.UU. ofrece una tarjeta asegurada (“Credit Builder”) donde el cliente aporta un depósito como respaldo, reduciendo el riesgo de la entidad.


Estas prácticas amplían el acceso al crédito, pero implican riesgos adicionales. El uso de modelos nuevos o no tradicionales de score crediticio puede resultar en que la fintech subestime la probabilidad de impago de ciertos clientes, al no haber datos históricos comparables. También existe riesgo de sobreendeudamiento del cliente: un prestatario podría obtener créditos simultáneamente de varias fintech, aprovechando la rapidez digital, sin que ninguna vea la foto completa de sus deudas. De hecho, la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) en EE.UU. ha advertido sobre productos Fintech como “Compra Ahora, Paga Después” (BNPL): al no reportarse completamente en burós, es posible que los acreedores no conozcan todas las obligaciones del cliente, afectando la evaluación de su capacidad real de pago (cooley.com). En su guía de 2023, la OCC enfatizó que, al otorgar crédito fintech (como BNPL), los bancos deben mantener criterios de otorgamiento y evaluación que aseguren razonablemente que el prestatario puede repagar la deuda. Esto subraya un punto crítico: la innovación crediticia no exime a las fintech de seguir principios básicos de prudencia crediticia (verificar ingreso, estabilidad laboral, endeudamiento total, etc.), so pena de elevar su cartera vencida.


Otro factor a considerar es el costo del crédito. Muchas fintech compensan el mayor riesgo cobrando tasas de interés elevadas en sus productos. Por ejemplo, la Tasa Anual Total (T.A.E.) de tarjetas Fintech en México puede superar el 60% anual en algunos casos. En EE.UU., empresas como Varo o Current inicialmente se han centrado en cuentas de débito sin comisiones, pero si incursionan en préstamos, tendrían que fijar tasas acordes al perfil subprime para cubrir posibles impagos. Tasas altas generan mayor cargo financiero al cliente y, combinado con educación financiera limitada, puede agravar el riesgo de que el cliente no pueda pagar, incrementando la morosidad a futuro.



Entorno económico y efectos macro en la morosidad.


No se puede analizar la exposición al riesgo de crédito sin considerar el contexto económico. Muchas causas de incumplimiento están fuera del control directo de la Fintech y dependen del entorno macroeconómico y financiero de cada país:


  • Tasas de interés altas: Durante 2022-2023, bancos centrales (Banco de México, Reserva Federal en EE.UU.) aumentaron drásticamente las tasas de interés para combatir la inflación. En México la tasa objetivo superó el 11% en 2023, lo cual encareció el costo de los créditos. Para las Fintech que fondean sus préstamos con capital o deuda, los créditos nuevos devengan intereses más altos para el cliente. Cuotas mensuales más elevadas pueden hacer que algunos usuarios no puedan seguir pagando, empujándolos a morosidad.

  • Inflación y disminución de ingreso real: La alta inflación de los últimos años erosionó el poder adquisitivo de muchas familias. Gastos básicos más caros significan menos dinero disponible para pagar deudas. En México se observó un pico típico en impagos durante la cuesta de enero (periodo post-fiestas), agravado en 2023 por la inflación persistente (elceo.com). De acuerdo con datos de Coperva, una firma de cobranza, el monto promedio de deuda vencida en fintech de crédito aumentó 70% en el primer semestre de 2023. Este salto, mucho mayor que en otros sectores (las tiendas departamentales tuvieron +50%), refleja cómo el entorno económico adverso golpeó con fuerza a la cartera de las fintech de préstamos. El propio CEO de Coperva señaló factores como las tasas altas, la cuesta de enero e inflación como causas del incremento en impagos.

  • Fin del estímulo y ahorros pandémicos: En EE.UU., los años 2020-2021 vieron niveles inusuales de ahorro y apoyo gubernamental por la pandemia, lo que mantuvo bajas las morosidades. Al agotarse esos ahorros y estímulos, los impagos comenzaron a normalizarse al alza. Hacia 2023, los bancos estadounidenses reportaron aumentos en retrasos de pago en tarjetas de crédito y préstamos al consumo. Si bien las tasas de morosidad aún estaban por debajo de promedios históricos pre-pandemia, la tendencia ya era al alza. Por ejemplo, la morosidad a mas de 90 días en tarjetas de crédito de la banca en EE.UU. rondó el 3.1% a inicios de 2024 fred.stlouisfed.org, subiendo desde niveles de 2% un par de años atrás. Este contexto afecta a los neobancos estadounidenses de dos formas: sus potenciales prestatarios llegan con más carga de deuda (por ejemplo, de tarjetas tradicionales) y una menor holgura financiera, aumentando la probabilidad de impago en nuevos créditos; y por otro lado, si estos neobancos invierten en carteras de préstamos o venden servicios a segmentos vulnerables, pueden ver mayor incumplimiento.


En resumen, un deterioro económico general (sea recesión, inflación alta, desempleo) golpea particularmente a la clientela típica de las Fintech, que suele tener menos colchón financiero. Esto convierte al entorno macro en una causa indirecta pero potente de la exposición al riesgo de crédito: incluso con políticas de originación sólidas, más clientes incumplirán sus pagos si la economía se aprieta.



Niveles de cartera vencida: Neobancos / Fintech vs. banca tradicional


Como hemos visto, diversos factores pueden elevar la cartera vencida en los neobancos Fintech. ¿Pero qué tan grande es el problema en números? A continuación, comparamos con fines ilustrativos cifras históricas de morosidad (cartera vencida) de estas fintech frente a instituciones tradicionales, usando datos oficiales de México y EE.UU.:

Sector / Institución

Índice de Morosidad (IMOR)

Fuente (fecha)

Banca múltiple (México)

2.2% (morosidad general, Nov 2023)

CNBV

Crédito al consumo en banca (México)

3.1% (IMOR promedio, 2023)

Banxico/CNBV

Neobancos Fintech (México) – Sofipos

9.8% (promedio Sofipos, Nov 2023)

CNBV

Nu México (Nubank, Sofipo)

9.95% (IMOR, agosto 2023)

IMOR ajustado de Nu México

27.5% (incluye castigos, agosto 2023)

Stori (Fintech tarjeta, México)

9% (IMOR, 3T 2021)

Condusef

Klar (Fintech, México)

Dato no público (cartera pequeña; Sofipo desde 2023)

N/D

Banca comercial (EE.UU.)

0.86% (préstamos vencidos 90+ días, Q4 2023)

Tarjetas de crédito (EE.UU., bancos)

3.1% (morosidad 90+ días, Q1 2024)

Fed St. Louis

Neobancos Fintech (EE.UU.)

N/A – generalmente sin cartera propia significativa

Notas: El IMOR ajustado incluye cartera castigada (cuentas que ya fueron dadas de baja como incobrables en los últimos 12 meses) además de la vencida, ofreciendo una visión más completa del deterioro; Nu México presentaba un IMOR ajustado de 27.5%, muy superior a su IMOR de 9.95%, lo que indica que además de los créditos en mora, han tenido que castigar (perdonar o eliminar de libros) una porción importante de créditos recientemente. En contraste, las cifras de bancos tradicionales reflejan carteras más saneadas: en México la morosidad del crédito al consumo bancario fue 3.1% en 2023, inferior a niveles pre-pandemia, y en EE.UU. la morosidad en tarjetas de crédito rondó también el 3%–3.2% a fines de 2024

.

Es importante notar que en EE.UU. los neobancos como Chime o Current no reportan un IMOR propio porque no tienen (hasta ahora) grandes carteras de crédito a su nombre. Modelos como Chime se apoyan en bancos asociados para ofrecer cuentas de débito, y solo ofrecen productos crediticios muy limitados (p. ej., pequeñas líneas de descubierto o tarjetas aseguradas). Varo Bank, al haber obtenido una licencia bancaria completa en 2020, sí otorga crédito directamente pero de forma comedida: al cierre de 2022 reportó menos de 100 millones de dólares en préstamos en su balance, con reservas para pérdidas equivalentes a 5.7% de esa cartera (una estrategia muy conservadora). Esto sugiere que, hasta ahora, los neobancos estadounidenses han contenido su exposición al riesgo de crédito en comparación con sus contrapartes mexicanas, sea por estrategia (enfocarse primero en medios de pago) o por la estricta regulación que implica ser banco en EE.UU.


Regulación, cumplimiento y gestión del riesgo.


Dada la elevada exposición al riesgo de crédito, el rol de los reguladores es clave para asegurar la estabilidad de estas fintech y proteger a los consumidores. Tanto en México como en EE.UU., las autoridades financieras han tomado medidas y adaptado normas para vigilar a los neobancos:


  • México – CNBV y Banxico: Los neobancos que ofrecen crédito en México generalmente operan bajo alguna figura regulada. Nubank México (Nu), Stori y Klar optaron por adquirir o crear o adquirir SOFIPOs para estar autorizados por la CNBV (Recientemente Nu obtuvo su autorización para iniciar operaciones como un Banco). Las SOFIPOs tienen límites en la captación y están sujetas a requerimientos de capital mínimo y niveles de capitalización (NICAP). Por ejemplo, deben mantener un NICAP por encima de 131% (capital suficiente para cubrir sus activos ponderados por riesgo); si baja de ese nivel, enfrentan medidas correctivas, y con <56% la CNBV puede incluso revocar la licencia. En años recientes, varias SOFIPOs han perdido su licencia por incumplir estándares de solvencia o gobierno corporativo (13 revocaciones en los últimos años según Condusef). Para los neobancos, esto envía un mensaje claro: no basta con crecer; deben hacerlo de forma sana, manteniendo bajo control la morosidad y constituyendo reservas para absorber pérdidas.


    La CNBV monitorea estops indicadores de cada entidad (IMOR, cartera vencida, castigos, capital). Asimismo, el Banco de México incorpora el desempeño de las carteras de crédito al consumo en sus análisis de estabilidad financiera. Al cierre de 2023, Banxico señalaba que la morosidad del crédito al consumo aún se mantenía por debajo de niveles pre-pandemia (3.1% vs 4.4% en 2019), aunque con cierta tendencia al alza en segmentos como tarjetas. Esto implica que las autoridades están alertas a cualquier deterioro excesivo. También existen lineamientos específicos para la gestión de riesgo crediticio (criterios contables, metodologías de calificación de cartera, provisiones), que las Fintech reguladas deben cumplir igual que un banco tradicional. Un buen cumplimiento regulatorio incluye políticas de cobranza adecuadas, transparencia en contratos (supervisado por Condusef) y reporte fiel de información financiera auditada. Los neobancos en México, al buscar ser vistos como confiables, suelen publicar informes financieros auditados y comunicados sobre su calidad de cartera, sabiendo que inversionistas y reguladores los escrutan.


  • Estados Unidos – FDIC, OCC, CFPB: En EE.UU., la estructura regulatoria es compleja. Neobancos como Chime o Current no poseen licencia bancaria propia; operan en alianza con bancos tradicionales asegurados por FDIC (por ejemplo, Chime opera con The Bancorp Bank y Stride Bank). Esto significa que la exposición al riesgo de crédito de productos ofrecidos a través de Chime recae en esos bancos asociados, los cuales están plenamente regulados. Las agencias federales (FDIC, la OCC para bancos nacionales, la Reserva Federal para bancas estatales miembro) emiten guías para estos casos. En 2022, las agencias recordaron a los bancos los riesgos de asociarse con terceros (Fintech) para ofrecer servicios bancarios. Entre esos riesgos, destacaron riesgos de crédito, cumplimiento y reputación si el banco no ejerce suficiente control sobre las decisiones de la fintech. La OCC ha sido particularmente cautelosa: su presidente ha instado a un enfoque “cuidadoso y precavido” en las alianzas banco - Fintech. En esencia, aunque Chime no sea un banco, las autoridades esperan que los bancos socios apliquen los mismos estándares de underwriting y administración de cartera que aplicarían si el cliente fuera suyo directamente.


    En cuanto a Varo Bank y otros fintech que han obtenido licencias bancarias (Varo fue el primer neobanco en conseguir una nacional charter de OCC en 2020), la supervisión es igual de estricta que para cualquier banco tradicional. Deben cumplir requerimientos de capital (Basilea III), límites de concentración de créditos, y someterse a exámenes periódicos de sus prácticas de riesgo. Esto ha llevado a que, hasta el momento, Varo avance con cautela en productos crediticios. Por otro lado, la CFPB (Oficina de Protección Financiera del Consumidor) vigila la conducta hacia los clientes: ha propuesto extender su supervisión a grandes compañías fintech de pagos y neobancos, para asegurarse de que cumplan leyes de protección al consumidor en materia de crédito (facturación clara, no discriminación en otorgamiento, tratamiento justo en cobros, etc.). Un caso emblemático fue la atención a Chime: en 2021, ante miles de quejas por cuentas cerradas unilateralmente, el Senado y la CFPB cuestionaron qué estaba haciendo la agencia para supervisar a estas fintech “bancarias” y los riesgos que podrían suponer. Esto refleja que, incluso si no son bancos, los neobancos no operan en tierra de nadie; están sujetos a regulación bancaria vía sus socios, y a regulación financiera general (anti-fraude, privacidad, protección al consumidor) por parte de organismos como la CFPB.


En resumen, el cumplimiento regulatorio actúa como un freno y balance para la exposición al riesgo de crédito. Si una Fintech quiere escalar sus préstamos, deberá invertir en controles: verificar solvencia del cliente, tener sistemas de monitoreo de cartera, prácticas de cobranza responsables y capital suficiente para absorber impagos. Las autoridades en México y EE.UU. están priorizando la supervisión de estos nuevos jugadores para evitar que un relajamiento excesivo en la originación de crédito derive en carteras insolventes o problemas sistémicos. Esto beneficia a la industria a largo plazo, fortaleciendo la confianza en los neobancos que sí logren cumplir con las reglas y mantener sanas sus finanzas.


Casos destacados: Neobancos en México y EE.UU.


A continuación, examinamos brevemente cómo se manifiesta el riesgo de crédito en algunos neobancos específicos, tanto mexicanos como estadounidenses:


México: Nu, Stori, Klar


  • Nu México (Nubank): Llegó a México en 2019 ofreciendo una tarjeta de crédito sin anualidad, replicando el éxito de Nubank en Brasil. Para operar formalmente, adquirió la Sofipo “Akala” y recientemente (abril de 2025) obtuvo luz verde de la CNBV para convertirse en banco múltiple international.nubank.com.br. Nu creció rápidamente, captando jóvenes profesionales y personas con poca experiencia crediticia. Esto se refleja en su índice de morosidad: cerca del 9.95% en agosto de 2023, más del triple que la morosidad de la banca tradicional. Incluso su IMOR ajustado alcanzó 27.5%, evidenciando que ha tenido que castigar una parte significativa de su cartera en el último año. Nubank minimiza preocupación diciendo que su modelo digital le permite ser eficiente en costos y aún así ser rentable a pesar de la morosidad. De hecho, cobran tasas altas en México y confían en un volumen grande para diluir pérdidas. El caso de Nu muestra la delicada transición de Fintech a banco: para “unirse al club” de la banca tradicional, como tituló la prensa, deberá bajar esos niveles de cartera vencida hacia estándares bancarios típicos (2–5%). Su cofundadora - Cristina Junqueira - ha expresado optimismo en que con su escala y análisis de datos podrán refinar la originación y mejorar la calidad de la cartera, pero será un indicador a seguir de cerca.


  • Klar: Inició como una alternativa digital de cuenta de débito con tarjeta de crédito asociada (un híbrido entre cuenta de ahorro y línea de crédito emergente). Klar sí buscó desde temprano estar regulada: obtuvo licencia de IFPE (Institución de Fondos de Pago Electrónico) bajo la Ley Fintech para la parte de pagos, y en 2023 adquirió la Sofipo Hipódromo (antes Arcus) para poder captar ahorro y ofrecer más productos. Como Sofipo, Klar ofrece actualmente una cuenta de ahorro con rendimiento atractivo (llegó a publicitar 14%–17% anual), usando ese fondeo para otorgar créditos pequeños. Hasta mediados de 2023, Klar reportaba una cartera vencida muy baja (apenas $2 millones de pesos) omareducacionfinanciera.com, dado que su cartera total también era aún relativamente pequeña al inicio. Tras la adquisición de la Sofipo, Klar debe cuidar que al expandir sus préstamos (por ejemplo, al otorgar más tarjetas de crédito sin anualidad que promociona) mantenga esa morosidad controlada. Sus prácticas incluyen límites iniciales reducidos y aumentos paulatinos según comportamiento, lo que ayuda a filtrar riesgos. Klar ejemplifica un enfoque más conservador: crecer en servicios transaccionales primero(cuenta, pagos) y luego añadir crédito de forma escalonada. No obstante, ahora como parte del sistema regulado por CNBV, enfrenta la misma expectativa que Nu: mantener capital suficiente y morosidad en rangos manejables (~9-10% o menos) para no comprometer su licencia. Dado que Klar es más pequeño, un cuidado en la selección de clientes y un servicio de cobranza interna eficaz (como ellos mismos publican tener) será crucial para evitar que la cartera vencida se dispare al masificarse.


Estados Unidos: Chime, Varo, Current


  • Chime: Lanzado en 2013, Chime es uno de los neobancos más populares de EE.UU., conocido por cuentas de cheques sin comisiones y adelantos de nómina. Chime no es un banco; ofrece sus productos a través de bancos patrocinadores con seguro FDIC. A diferencia de los casos mexicanos, Chime prácticamente no asume riesgo de crédito tradicional. Sus principales productos son cuentas de débito y ahorros, junto con “SpotMe” (un programa que permite a clientes elegibles tener sobregiros de hasta ~$200 sin cargo). SpotMe técnicamente es un pequeño crédito de cortesía que Chime recupera automáticamente del próximo depósito del cliente; el riesgo de pérdida existe si el cliente deja de usar la cuenta tras sobregirar, pero Chime lo limita fuertemente (montos bajos y solo para clientes recurrentes). Chime también ofrece la Credit Builder Card, que es una tarjeta de crédito pero respaldada por un depósito del cliente (un modelo de secured card). En este esquema, si el cliente no paga, Chime ya tiene retenido el dinero, por lo que el riesgo de crédito es prácticamente nulo. En resumen, Chime optó por un modelo de negocio enfocado en ingresos por comisiones e intercambios de tarjeta, evitando por ahora la exposición crediticia. Esto le ha permitido crecer a más de 12 millones de usuarios sin enfrentarse a problemas de solvencia, aunque a costa de posponer quizás una fuente importante de ingresos (los intereses de préstamos). Reguladores han obligado a Chime a dejar claro a sus usuarios que no es un banco, pero dado que sus bancos asociados asumen los riesgos, Chime sigue operando bajo las regulaciones de esos bancos. Un desafío a futuro será: si Chime decide ofrecer préstamos (p.ej. personales) para monetizar más su base de clientes, tendrá que desarrollar competencias de scoring y cobranzas que hasta ahora no necesitó, y cumplir las mismas normas de crédito justo que cualquier banco.


  • Varo Bank: Es el primer neobanco estadounidense en obtener una licencia bancaria nacional por la OCC (lo logró en 2020 después de un proceso riguroso). A diferencia de Chime, Varo sí es un banco plenamente regulado: capta depósitos asegurados por FDIC y puede prestar directamente. Varo inició con cuentas de ahorro y cheques digitales, pero su plan de negocio siempre consideró ofrecer una gama completa de servicios (tarjetas de crédito, préstamos personales, hipotecas pequeñas, etc.) para atender a clientes jóvenes o con puntajes FICO moderados. Sin embargo, el camino ha sido desafiante: al tener que cumplir requisitos regulatorios de capital y riesgo, Varo no pudo crecer su cartera de préstamos tan rápido como un fintech no regulado. Ha enfrentado grandes pérdidas operativas (más de $200 millones en 2022) en parte por los costos de ser banco y adquirir clientes, lo que le ha obligado a levantar más capital. En cuanto a riesgo de crédito, los datos públicos indican que Varo mantiene una cartera de crédito modesta (unos $80 millones USD en préstamos) y reservas sólidas, reflejando un enfoque conservador en sus inicios como banco. Es probable que gran parte de esos préstamos sean de pequeña escala (por ejemplo, créditos a usuarios para consolidar deudas o adelantos) y que Varo aún esté afinando sus algoritmos propietarios para evaluar riesgo apoyándose en historiales alternativos y flujo de efectivo de las cuentas de sus clientes. Estar bajo supervisión de OCC significa que Varo reporta sus índices de morosidad y castigos en sus llamados “Call Reports” trimestrales, y cualquier deterioro significativo encendería alarmas regulatorias. Hasta ahora, Varo no ha presentado escándalos de cartera; su reto será alcanzar rentabilidad incrementando la colocación de créditos pero sin comprometer la calidad. Varo es un caso de estudio sobre cómo una Fintech se adapta a ser banco: ha tenido que sacrificar crecimiento acelerado en pos de construir una base sostenible y cumpliendo todas las normas bancarias desde el día uno.


  • Current: Similar a Chime, Current es un neobanco (fundado en 2015) que se asocia con bancos (como Choice Financial Group) para ofrecer cuentas digitales, tarjetas de débito Visa y herramientas de presupuesto. Current se ha diferenciado apuntando también a clientes jóvenes e incluso adolescentes (con cuentas supervisadas para menores de edad). En términos de exposición crediticia, Current ofrece una línea llamada Overdrive, que es comparable al SpotMe de Chime: permite sobregiros de hasta $200 sin comisiones, recuperados automáticamente, actuando como microcréditos de muy corto plazo. Por ahora, Current no ofrece tarjetas de crédito ni préstamos personalesdirectamente. Esto significa que, al igual que Chime, su riesgo de crédito propio es muy limitado. No obstante, si Current eventualmente lanza un producto de crédito (algo natural a medida que buscan monetizar más usuarios), seguramente lo haría en conjunto con su banco patrocinador o mediante una afiliada que emita créditos. Dado que Current maneja datos de gasto y depósitos de sus clientes, podría evaluar mejor el riesgo de estos si decide prestarles en el futuro. Mientras, su principal riesgo ha sido operacional y de fraude, más que crediticio. Cabe resaltar que tanto Current como Chime han enfrentado algunas críticas de bancos comunitarios que alegan que, sin ser totalmente bancos, compiten en forma desigual; esto ha llevado a más escrutinio regulatorio. Por ejemplo, la FDIC y OCC han dejado claro que el banco asociado es completamente responsable de los riesgos en productos ofrecidos junto con fintechs. Así que, en la práctica, Current debe alinearse a las políticas de riesgo del banco con el que trabaja, incluyendo límites de a quién dar Overdrive y cómo manejar cobros. Su historia hasta ahora muestra el patrón de muchos neobancos en EE.UU.: crecer primero en usuarios y balances, posponer el crédito para más adelante, con la expectativa de que la lealtad del cliente eventualmente facilite colocar préstamos de manera más segura.


Conclusión: Equilibrio entre inclusión y riesgo.


Los neobancos Fintech han demostrado que pueden transformar el panorama financiero al brindar acceso rápido y sencillo a millones de personas que antes estaban al margen. Han roto paradigmas en la forma de originar crédito, usar datos alternativos y diseñar experiencias 100% móviles. No obstante, el riesgo de crédito sigue siendo un viejo conocido que no desaparece con la tecnología. Más bien, toma nuevas formas y requerirá un equilibrio delicado: por un lado, incluir a clientes de mayor riesgo forma parte de su misión (y modelo de negocio), pero por otro, deben evitar niveles insostenibles de cartera vencida que pongan en peligro su viabilidad.


De este análisis surgen varias lecciones y recomendaciones para la industria:


  • Conocer a su cliente (KYC) financiero: No basta con la identificación digital; los neobancos deben invertir en entender la capacidad de pago real de sus usuarios, utilizando toda la data disponible (ingresos, gastos, historial, comportamiento). La analítica avanzada y machine learning pueden ayudar a predecir riesgo, pero necesitan ser alimentados con datos de calidad y revisados con criterio humano para evitar sesgos o lagunas.

  • Crecimiento responsable: Las fintech deben manejar la tentación de “crecer a toda costa”. Como señala la CNBV, un crecimiento acelerado sin control de riesgos puede ser receta para problemas. Es preferible una expansión escalonada, probando modelos en subsegmentos, ajustando reglas de otorgamiento y midiendo la morosidad cohorte por cohorte. Los inversionistas también miran esto: es más valioso un neobanco con 1 millón de clientes y morosidad bajo control, que uno con 5 millones pero al borde de la insolvencia por impagos.

  • Diversificación y educación: Incluir perfiles de riesgo no significa descuidar la mezcla. Una cartera saludable combina distintos niveles de riesgo. Algunos neobancos podrían complementar su base subprime atrayendo también clientes de medio/alto perfil (aunque sea con límites pequeños) para balancear el portafolio. Asimismo, educar al cliente en el uso responsable del crédito paga dividendos: muchos fintech incorporan consejos, alertas de gastos, o recompensas por pago puntual para fomentar buenos hábitos. Un cliente que entiende su crédito es menos probable que caiga en mora.

  • Colchones financieros y capital: En la medida que otorgan crédito, estas empresas deben crear reservas para pérdidas adecuadas. La regulación ya las obliga a provisionar según la calidad de cartera (por ejemplo, clasificar créditos A, B, C... de acuerdo al atraso y probabilidad de cobro, y apartar porcentajes de reserva). A nivel estratégico, los neobancos que son parte de grupos grandes (como Nubank) pueden amortiguar pérdidas con apoyo de la matriz, pero eventualmente necesitan ser autosostenibles. Mantener índices de capitalización altos (NICAP en México, capital Tier 1 en EE.UU.) es vital para resistir shocks. Los ejemplos han mostrado que quienes no lo hacen, enfrentan intervención o salida del mercado.


En conclusión, la exposición al riesgo de crédito en la industria Fintech es un desafío manejable si se aborda con las herramientas adecuadas. Los neo bancos como Nu, Stori, Klar, Chime, Varo o Current nos enseñan enfoques distintos: algunos han priorizado crecimiento y luego ajustan su rumbo al ver subir la morosidad, otros han sido prudentes desde el inicio limitando su exposición crediticia. En ambos mercados, México y Estados Unidos, la tendencia regulatoria es acompañar e integrar a estas fintech en el sistema financiero formal, con las mismas reglas básicas de prudencia que aplican a bancos tradicionales. A fin de cuentas, el éxito de un neobanco se medirá no solo por cuántos usuarios adquiere o qué tan innovadora es su app, sino por qué tan bien gestiona los riesgos inherentes a prestar dinero. Equilibrar la inclusión financiera con la solidez crediticia será la clave para que estas nuevas instituciones puedan perdurar y seguir democratizando los servicios financieros sin generar riesgos excesivos.



Fuentes: Banco de México, CNBV, FDIC, OCC, CFPB – Informes de estabilidad financiera, estadísticas oficiales y comunicados; además de reportes financieros auditados y artículos especializados que citan dichas fuentes, entre otros. Estas referencias respaldan las cifras y ejemplos discutidos, proporcionando una base sólida y actual para el análisis presentado.

Comentarios


bottom of page