Hoy en día, el Compliance Officer es considerado dentro del entorno corporativo como una pieza vital en la dirección de las empresas.
Su rol como garante del cumplimiento normativo lo ha convertido en una figura ya no consultiva o reactiva, sino un verdadero partícipe en la toma de decisiones empresariales. Sus responsabilidades parten del deber de informar sobre los posibles riesgos e incumplimientos que afectan a la organización, pero no se limitan a ello.
Se trata de una función que, para poder cumplir de manera eficaz y adecuada, requiere ejecutar una serie de tareas de seguimiento, control, implementación, capacitación, supervisión y notificación a los órganos de gobierno de la empresa.
En consecuencia quien se desempeña como Compliance Officer demuestra valores como integridad, compromiso, liderazgo, comunicación efectiva, la habilidad para insistir y convencer sobre la aceptación de sus recomendaciones y un conocimiento profundo en temas de cumplimiento normativo.
V.Heredia
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