“En esta vida todo tiene su momento; hay un tiempo para todo”
Cuando hablamos de establecer prioridades siempre es complicado asignar una justa medida a cada uno de los aspectos de nuestra vida, principalmente si se trata de elegir entre nuestra familia, esposa(o), hijos, trabajo, hermanos, diversión, etc.; y así consecutivamente hasta llegar a la inminente pregunta de "¿en qué lugar debe estar cada cosa?"
En estricta teoría, nuestra familia debería ocupar el número uno de nuestras prioridades (aunque si eres una persona "creyente", entonces tu relación personal con Dios debería ser la No. 1), pasar tiempo con tu familia debería ser lo más importante y más sobresaliente de tu día a día. Pero qué significa esto? Si siguiéramos al pie de la letra esta idea entonces ¿significaría que debemos dejar todo, absolutamente todo, por dedicarnos a pasar tiempo en casa? Pero, y mi trabajo? Y mi profesión?... Y tantos años de trabajo y preparación!
El gran error que muchos cometen es que en verdad intentan dejar todo de lado a cambio de obtener y/o proveer el estilo de vida que tanto anhelamos que, en esencia, no está mal pero justamente por eso se llaman prioridades, porque todo tiene un orden y un deber ser. Y aunque nuestro trabajo puede ser apasionante, más que significar una carga, y disfrutemos cada instante en la oficina (o cualquiera que sea tu lugar de trabajo) también es un deber el establecer tiempos de una manera saludable para todo.
Por eso, aquí enumeramos 5 puntos clave que te podrán ayudar a fijar tus prioridades:
Si lo que estás haciendo te ha traído problemas familiares, económicos y vives preocupado y angustiado, déjalo, de verdad eso no es una prioridad; cuando pones orden en tu vida esta resulta más plácida y llevadera, te hace prosperar, crecer y madurar.
¿Hace tiempo que la idea de un cambio te está dando vueltas y vueltas en la cabeza y no puedes llegar a hacerlo porque debes cumplir primero con tus otras "prioridades"? Por favor, vuelve a leer el punto número 1, y después echa a andar ese cambio. Ten por seguro que si está en tu mente hacer ese cambio es porque tiene un propósito y debes actuar.
Hablando de actuar, es importante que sepas que Dios hace milagros, pero no cumple caprichos y mucho menos le gusta la pereza; por eso, aun cuando pases horas y horas en "comunión" con El, recuerda que hay un tiempo para todo, y sí, quizás es tiempo de que actúes, ponte a trabajar que los milagros no suceden por magia.
Habla con tu familia, considera las necesidades de los demás alrededor de tu vida, quizás ellos piden a gritos que los voltees a ver y desean ser una prioridad en tu vida; creme, estarán orgullosos de ti cuando los pongas en el lugar que se ha dispuesto para ellos.
Has una lista de lo que es urgente y lo que es necesario. Si un tema ha llegado al grado de ser urgente no lo vas a solucionar, así pases las 24 horas dedicado a ello. Mejor dedícate a lo verdaderamente importante, la mayoría de las veces cuando solucionas lo importante resuelves lo urgente.
Simplemente es cuestión de dar orden y un peso adecuado a cada tema, empieza de poco en poco, primero el 1 y luego el 2, pero siempre el 1 primero; ¿a poco no es simple?
Piensa en esto.
¿Sabes cuáles son tus prioridades actuales y cuáles deberían ser las verdaderas?
Échale una mirada a tus estados de cuenta y agenda, quizás te ayude a evaluar y apreciar en dónde están tus prioridades.
Pon en practica lo siguiente: pasa al menos un par de horas con tu familia para decirles cuánto los amas, hazlo parte de tus hábitos.