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No eres tu, soy yo... ¿Cómo saber que es tiempo de cambiar de trabajo?

Actualizado: 29 jul 2019



Soy un convencido de que no existen personas incorrectas ocupando posiciones correctas, por el contrario, creo que todas las personas son correctas (y están bien preparadas), pero pueden estar asignadas a funciones incorrectas, es decir, mal diseñadas.

Durante mucho tiempo me pregunté por qué en ocasiones, después de ocupar un puesto en una empresa, terminamos por no encajar con el área en la que estamos trabajando, o incluso, con la compañía completa. Por qué todas esas buenas ideas y proyectos creativos que se me ocurrían simplemente parecían no entrar en el concepto del área o sencillamente no había nadie quien las escuchara o tomara en serio.

Aún recuerdo muy bien la ocasión en que pedí una junta con el Director de Talento Humano para comentarle algunas ideas que, como parte de mis funciones de eficiencia operativa, propuse y que podrían significar cambios radicales que traerían, además de ahorros, una mejora tangible en el clima laboral. Simplemente me dijo, "me parecen buenas ideas, dame oportunidad de analizarlas y te digo".

Evidentemente me quedé esperando que "me dijera", no sé bien qué me diría porque nunca me dijo nada, lo único que supe meses después es que como resultado de "una iniciativa Talento Humano" algunas de esas propuestas se presentaron y aprobaron en una reunión del Comité Ejecutivo de esa empresa.

El asunto aquí no es el plagio de ideas ni quién se haya acreditado su creación porque, de hecho, se implementaron exitosamente en beneficio de todos sus colaboradores, sino el hecho de que porque el origen de estas ideas no viniera de una fuente nativa de recursos humanos no contaba con el sustento, experiencia y conocimiento del área según el criterio de quien las evaluó.

Lo que sucede aquí, es que es muy común encasillar a una persona en una función por su preparación profesional u oficio sin considerar su verdaderos talentos, esos que todos tenemos implícitos en nuestro diseño, en nuestra configuración de fábrica, nuestra F.O.R.M.A. Cuando somos capaces de reconocer nuestra F.O.R.M.A. (Formación, Oportunidades, Recursos, Mi personalidad, y Antecedentes) y aprendemos a desarrollar estos talentos pueden pasar dos cosas: 1) nos volvemos mucho más productivos y 2) es tiempo de cambiar de trabajo.

Existen 5 factores que puedes reconocer en tu vida laboral actual y que, si suceden, es un indicativo de que quizás debas buscar un cambio:

  1. Tu apetito laboral ya no concuerda con la cultura organizacional de la compañía. Este, es el camino hacia el lugar de donde las cosas nunca vuelven, o sea, la zona de confort.

  2. El proceso de evolución de la empresa está detenido, más bien, no quiere avanzar y prefieren seguir haciendo las cosas como en "la vieja escuela". Es triste pero, no, nunca van a cambiar.

  3. Sabes que tienes muchos más talentos desperdiciados que pueden ser explotados para bien de la organización pero nadie los toma en cuenta.

  4. A pesar de los cambios y acciones que has emprendido, la empresa ha vuelto a caer en los viejos usos y costumbres de antaño; o sea, solamente lo consideraron una acción rápida para apagar el fuego y no lo tomaron en serio.

  5. Quizás lo más importante, cuando la empresa no está desarrollando en ti los 5 propósitos de la vida laboral (Conocimiento, Pertenencia, Unidad, Capacitación y Expansión) será muy complicado crecer profesionalmente.

No dejes pasar ni un día más, nunca es tarde para tomar una buena decisión. Recuerda que tú tienes un propósito que debe ser cumplido y tienes las herramientas necesarias, y suficientes, para hacerlo.


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