Cuando Albert Einstein estableció su hipótesis sobre que el tiempo es relativo, probablemente el único escenario en el que no probó su teoría fue la sensación del paso del tiempo durante una pandemia.
Parece que fue hace un momento que acabo de salir de la oficina de nuestro CFO en donde nos anunció que debíamos activar el modo remoto de trabajo; en mi caso, yo fui uno de los primeros en irme a la modalidad #homeoffice por mi condición médica, pero el resto del equipo tardó un par de días más en salir de nuestro corporativo en Clip.
Ese día mi esposa pasó por mí a la oficina y aún recuerdo la sensación de miedo, incertidumbre, ansiedad y esta idea apocalíptica de escasez y deseo paranoico por comprar papel higiénico, agua embotellada, lysol y paracetamol. Curiosamente, ese fin de semana estábamos presentando algunos síntomas parecidos a los de una gripe pero, por alguna razón, sabíamos que no era un resfriado normal, así que por recomendación de mi reumatólogo decidimos hacernos una prueba para #influeza ya que las pruebas para #sarscov2 aún no existían en México.
El resultado dio negativo, así que mi médico nos dijo: "sin asustarte, pero puede ser #covid19, aíslate por 14 días y si notan algo más grave, avísame" Al final nunca supimos qué tuvimos, así que desde entonces asumimos que debíamos cumplir al 100% con las normas de seguridad de las OMS.
Quinientos veinticinco mil seiscientos minutos. Quinientos veinticinco mil momentos tan queridos. Quinientos veinticinco mil seiscientos minutos. ¿Cómo se mide un año?
Dice Jonathan Larson en "Seasons of Love": Quinientos veinticinco mil seiscientos minutos. Quinientos veinticinco mil momentos tan queridos. Quinientos veinticinco mil seiscientos minutos. ¿Cómo se mide un año?
¿Cómo puedes medir este año?
Quizás lo mides por el número de cafés y charlas que dejaste de tener con tus amigos, o por el número de horas que te ahorraste en el transporte. Tal vez lo midas por litros de desinfectante, alcohol en gel o agua que has usado para limpiar todo.
Algunos lo miden por la cantidad de iniciativas sociales y ayuda que organizaron o participaron. También puedes medir tu tiempo por las oras en oración a Dios para terminar con la enfermedad.
Que tal medir el tiempo en los días esperando para que los laboratorios crearan la #vacuna, después para que se probara con éxito, después para que se produjera, después para que llegar a México, y después para que te toque.
Y para muchos, la medida ha sido el número de infectados, hospitalizados y vidas perdidas en su familia y amigos. El tiempo a comenzado a medirse por la sensación de persecución al ver que el círculo se cierra cada vez más.
No todo es pérdida y dolor, hay veces que perdiendo también ganas.
Ya hemos hablado de la gran oportunidad que la #pandemia nos trajo para realizar cambios radicales en nuestra vida, y es justo aquí cuando vemos que, a pesar de la pérdida y el dolor por los que se han ido y lo que hemos dejado de hacer, también hemos ganado muchas cosas.
Por ejemplo, hemos ganado libertad, si libertad para amar y expresarlo más fácilmente, libertad para organizar nuestros horarios de trabajo, para iniciar y concretar nuevos proyectos, para mejorar la comunicación con nuestros socios, colaboradores y líderes en nuestras organizaciones. Hemos aprendido a ser más eficientes, eficientes con los recursos, con nuestros ingresos y con nuestro tiempo.
Hoy cumplimos el primer año del resto de nuestra vida, hoy recordamos cómo era antes de la pandemia, cómo fue este año y cómo será después de las vacunas, y los más obsesivos comenzarán a contar cuánto falta para el siguiente evento que nos lleve al #distanciamientosocial otra vez.
Cualquiera que sea el caso, aunque haya pasado un año, esto no ha terminado, no se cuánto tiempo pase para que volvamos a las calles y oficinas con plena confianza, mientras tanto, aprovecha la gran oportunidad que tienes para valorar la vida, la libertad y el amor en ti mismo.
Escríbeme a askgerry@advisory-plus.com para comentar.
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